Los días 16 y 18 de octubre se confirmaron en nuestra parroquia 40 jóvenes, 36 de ellos pertenecientes al Centro Juvenil y 6 al grupo de adultos, nuestra enhorabuena por el paso dado, que el Espíritu recibido siga animando sus vidas.
Estas son las palabras que expresaron los confirmandos en su carta al vicario previa a la confirmación:
Querido vicario
Ha llegado el momento de que nos presentemos como grupo y te demos las razones por las que hoy nos encontramos aquí. Después de tiempos de dudas, complicaciones e incertidumbre ante la posibilidad de confirmarnos, estamos increíblemente agradecidos de haber tenido la oportunidad de seguir este camino como Cristianos y de poder vivir nuestra confirmación, a pesar de que sea en una situación atípica, en un día como hoy. Todos los aquí presentes, nos encontramos unidos por una serie de experiencias, vivencias y decisiones que de alguna manera nos han unido como familia. Porque juntos, hemos venido a dar el siguiente paso.
El camino que hemos elegido, es un camino lleno de dudas, y cada uno de nosotros vive una Fe que, a lo largo de los años, ha sido puesta a prueba y ha tomado varias formas e intensidades, pero es al final el Evangelio y la comunidad, la que siempre nos ha ayudado a levantarnos y ser valientes, a seguir adelante y a hacer la toma de esta decisión mucho más sencilla. Queremos seguir formándonos en el amor hasta el extremo, en el perdón, honestidad y sacrificio, queremos ser la mejor versión de nosotros mismos cometiendo errores y siendo agradecidos. Queremos llevar con nosotros esa parte de Jesús que nos ha acompañado siempre en las buenas y en las malas, y que se encuentra entre nosotros ahora mismo, a nuestro lado. Fortaleciendo nuestra Fe. Una fe que enternece nuestros corazones y nos prepara para dar el salto que se avecina.
Ahora, con la vista en el domingo y en nuestros compañeros que darán El Paso para el que nos hemos estado preparando dicho día, estamos preparados para dar la bienvenida a una nueva etapa, convencidos de seguir la Palabra de Dios y nos comprometemos a adoptarla en nuestro día a día, a seguir los valores de Jesucristo para con nosotros y la sociedad, y ser la mano amiga cuando el prójimo esté perdido. Queremos, al igual que Jesús, ser la luz del mundo.